Un silencio te llega cuando estas cansado de la realidad,
y la tristeza del caballo, y el llanto del árbol, y la dignidad del indio.
Pegas tus ojos al suelo, esperas la lluvia y
tu sangre que escurra.
Ya nada puedes decir
sino que todo te dice y te lleva la
marea negra.
Tu corazón se te queda quieto como el muerto viendo la
oscuridad de su ataúd.
No hay a donde ir, te dejas comer por las moscas y ves el
atardecer.
Iván Lavín
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