martes, 16 de agosto de 2011

El viajante del Metro.


Ya vengo de regreso o de ida no me acuerdo, pero voy,
y dos gotas de sudor resbalaban por su espalda,
ya agarre asiento y de aquí ya no me muevo
y la tierra de su pantalón salta a otros cuerpos.
busco el aire arriba de todos, allá arriba de mi cabeza,
que venga ese sonido transparente a aplacar mi mente para poder dormir,
 ando bien dormido ya lo siento.
próxima estación Pino Suarez
su instinto de viajero le abre los ojos.

Después de la horrible vida voy al viaje eterno
siempre a la misma hora, ya sin ver, sé el camino. 
o mas bien mis pies lo saben, esas maquinas que no se detienen, ni aunque yo lo quiera.
mas puestas en voluntad que yo.
dragón naranja, sacando humo de gente por la boca,
apenas puedo entro y me meto a la piel de todos, a la fuerza sin ser invitado,
telarañas de brazos, siempre un tubo en la mano
estas tan cerca de mi cara y yo ni te conozco
aquí bajaba yo... me llevo tu respiración.

Lo que sale del hígado.

Próxima estación Isabel la Católica.
vamos a hacer el amor todos y a insultarnos con los ojos.
yo no quisiera tocarte, por eso me volteo hacia mi mismo.
y eran animales que se ven sin conocerse, todos de distinta especie.
con los dientes escondidos.
graciosa la vieja esa a la defensiva, desesperada, nerviosa.
defendiéndose de señores, con sus dos huesos como armas,
!deje entrar antes de salir! se confundio mas bien es deje salir antes de entrar.

!Le venimos ofreciendo! Para refrescar alma y salvarla.

Soy mujer ¿eso basta? o ya estaré lo suficientemente acabada para que estos me den su lugar.
 me pongo enfrente rozándoles las rodillas, rogándoles con mi silencio.
pero no se levantaran, fingen no mirar,
todo lo andamos viendo aunque sea por la nuca, aunque no parezca así.

Próxima estación Salto del Agua,
el niño pegando el hosico al vidrio ya en un trance espacial.
esas luces que vienen desde allá, la oscuridad, se acercan a mi y luego se van,
¡siéntate bien! pero el niño esta en el universo profundo mas allá de su mama.
mañana veintiocho vienen los san judas.
y olvidó que allá arriba hay un mundo, que de allá venimos y allá saldremos algún día.

Veo tus ojos queriéndose meter a tu cuerpo, un aire virgen apenas toca tu cabello.
y te entiendo, somos por que aquí tenemos que estar.
no te volveré a ver, y saldré a escupir tu sabor de ayer.

Pròxima estacìon  Umbrales al Sordo Olvido.
Ningún pasajero debe permanecer a bordo.


lunes, 15 de agosto de 2011

Poema de Juan Rulfo, para el mediometraje "La Formula Secreta".

«Y alguien tiene que oírnos…»
…porque [La fórmula secreta es una serie de escenas cuyo] conjunto es
consecuencia de la enajenación producida en un enfermo al cual le es
aplicado [...] un líquido cuya FÓRMULA SECRETA [...] lo lleva por
túneles oscuros donde sólo aflora un mundo de miseria, de dolor, de
angustia y de pánico.
Sinopsis de Juan Rulfo de La fórmula secreta.

I.
Ustedes dirán que es pura necedad la mía,
que es un desatino lamentarse de la suerte,
y cuantimás de esta tierra pasmada
donde nos olvidó el destino.
La verdad es que cuesta trabajo aclimatarse al hambre.
Y aunque digan que el hambre repartida entre muchos toca a menos,
lo único cierto es que todos aquí
estamos a medio morir
y no tenemos ni siquiera dónde caernos muertos.
Según parece ya nos viene de a derecho la de malas.
Nada de que hay que echarle nudo ciego a este asunto.
Nada de eso.
Desde que el mundo es mundo
hemos echado a andar con el ombligo pegado al espinazo
y agarrándonos del viento con las uñas.
Se nos regatea hasta la sombra,
y a pesar de todo así seguimos:
medio aturdidos por el maldecido sol
que nos cunde a diario a despedazos,
siempre con la misma jeringa,
como si quisiera revivir más el rescoldo.
Aunque bien sabemos
que ni ardiendo en brasas
se nos prenderá la suerte.
Pero somos porfiados.
Tal vez esto tenga compostura.
El mundo está inundado de gente como nosotros,
de mucha gente como nosotros.
Y alguien tiene que oírnos,
alguien y algunos más,
aunque les revienten o reboten nuestros gritos
de tanto darle potreones a la vida.
Puede que se acalambren entre las hebras heladas de la noche.
O el miedo los liquide borrándoles hasta el resuello.
San Mateo amaneció desde ayer con la cara ensombrecida.
Ruega por nosotros.
Ánimas benditas del purgatorio.
Ruega por nosotros.
Tan alta que está la noche y ni con qué velarlos.
Ruega por nosotros.
Santo Dios, Santo Inmortal.
Ruega por nosotros.
No es que seamos alzados,
ni es que le estemos pidiendo limosnas a la luna.
Ni está en nuestro camino buscar de prisa la covacha,
o arrancar pa’l monte cada vez que nos cuchichean los perros.
Alguien tendrá que oírnos.
Cuando dejemos de gruñir como avispas en enjambre,
o nos volvamos cola de remolino,
o cuando terminemos por escurrirnos sobre la tierra
como un relámpago de muertos,
entonces
tal vez llegue a todos el remedio.

II.
Cola de relámpago, remolino de muertos.
Con el vuelo que llevan, poco les durará el esfuerzo.
Tal vez acaben deshechos en espuma
o se los trague este aire lleno de cenizas.
Y hasta pueden perderse yendo a tientas
entre la revuelta oscuridad.
Al fin y al cabo ya son puro escombro.
El alma se ha de haber partido
Atajo de malvados, punta de holgazanes.
Ruega por nosotros.
Sarta de bribones, retahíla de vagos.
Ruega por nosotros.
Ya están todos pachiches de tanto que el sol les ha sorbido el jugo.
Ruega por nosotros.
Santo San Antoñito.
Ruega por nosotros.
Atajo de malvados, retahíla de vagos.
Ruega por nosotros.
Cáfila de bandidos.
Ruega por nosotros.
Al menos éstos ya no vivirán calados por el hambre.

domingo, 14 de agosto de 2011

La Danza Del Arte.


Yo no lo se muy bien, pero me siento bien,
Cuando toco la ultima pared del arte,
La danza de Dios al crear, éxtasis del nacimiento de algo,
Y no puedo mas que bailar dentro de mi cuerpo,
Y mis huesos tiemblan por el agasajo de mi alma, 
 Entonces ya no oigo ni veo,
Y me quiero salir de mi para  ir a otra vida,
 Allá donde me llaman a festejar con los locos el milagro de la existencia.
Bailo por que no puedo mas, y así creo que nació este baile en el mundo,
Este impulso del alma por que le aplaudimos y no sabemos ni como bailar,
Con nuestra piel encima  la envoltura entorpecida nos ahogamos por que no aguantamos
Yentonces tenemos que salir a sufrir la vida.
Y todo para volver a crear.

Existe el amor, lo sabes.

Cuando sientas que caes en las tinieblas de la nada, agarrate del amor.
ama el árbol, ama tu mano, cualquier cosa a la vista.
¡salvate! la vida acepta todo amor por que esta hecha de amor,
en el ego olvidamos que existimos hormigas que se creen Dios.
no somos dueños de la vida solo somos partículas del amor de la creación.

El Armario. Rimbaud.

Un armario esculpido, grande; la encina obscura
Tomó, de puro antigua la traza de un buen viejo;
Y el armario derrama por su negra abertura
Perfumes incitantes, como el buen vino añejo.
Lleno está de vejeces; hay allí, contundidos.
Lienzos que amarillean olorosos, retales
De mujeres o niños, encajes deslucidos
Y, pintados de grifos, cintajos ancestrales;
Allí se encontrarían medallones, retratos.
Trenzas de pelo blancas o rubias, secas flores
Que con olor de frutas mezclan aromas gratos.
¡Oh armario de otros días, cuántas historias sabes
Que quisieras contar en tus sordos rumores
Cuando tus puertas negras se abren pausadas, graves!